Para que la rehabilitación de una tendinopatía del supraespinoso tenga éxito, lo primero será establecer los cimientos con una buena valoración. Esto lo explicamos en nuestra anterior publicación.

Una vez identificado el origen del dolor, construir un buen programa de rehabilitación es esencial. El ejercicio será la primera línea del tratamiento.

En este artículo aprenderás las bases de un buen programa de fisioterapia y ejercicio.

Tratamiento de una tendinopatía aguda del supraespinoso con ejercicio

Al igual que con cualquier tendinopatía, la base será dar al tendón lo que necesita. Esto se traduce en:

  • Controlar las cargas que el tendón reciba en el día a día y puedan ser excesivas.
    Es decir, controlar el volumen de carga para evitar sobrepasar la capacidad del tendón y provocar irritación.
  • Exponer el tendón a una carga progresiva controlada que provoque mejoras en la estructura y la función tendinosa.
    Es decir, someter al tendón a un programa que aumente la capacidad de tolerancia a la carga del tendón.

Estrategias para controlar la carga en un programa de ejercicios para el tendón supraespinoso

La forma típica de progresar en un programa de ejercicios es aumentar el peso utilizado para el ejercicio, así como el brazo de palanca.

Sin embargo, existen otras variables que nos permitirán crear un programa de ejercicios más eficiente.

La primera variable a tener en cuenta será el plano escapular: los ejercicios que respeten el plano escapular, generarán menos estrés para las estructuras del hombro.

El plano escapular que deben seguir los ejercicios para una tendinopatía del supraespinoso dolorosa y aguda. 45º-60º de abducción.

En una fase aguda, trabajar en el plano escapular tendrá diversas ventajas:

  1. Aporta mayor congruencia articular al hombro, disminuyendo así la presión.
  2. Genera una relación óptima longitud-tensión de la musculatura escapulohumeral.
  3. Disminuye la tensión en el complejo capsulo-ligamentoso y en los tendones del manguito rotador.

No obstante, no siempre tiene por qué interesarnos respetar el plano escapular. Como decíamos al principio, es una de las variables con las que podemos jugar para aumentar el estrés en las estructuras del hombro.

No respetarlo puede ser una forma de ir progresando en dificultad en nuestro programa de rehabilitación.

Otras variables importantes, además del plano escapular, para controlar la carga que reciben las estructuras, son:

  • Brazo de palanca: cuanto más alejado del cuerpo esté el brazo, mayor será la carga sobre el supraespinoso. En fases iniciales puede ser útil trabajar con el codo flexionado o apoyado para reducir el momento de fuerza, y progresar después hacia posiciones más abiertas conforme mejora la tolerancia del tendón.
  • Velocidad de ejecución: los movimientos lentos y controlados reducen los picos de carga y la velocidad de estiramiento del tendón, lo que ayuda a controlar la irritabilidad en fases dolorosas. A medida que el tendón gana capacidad, aumentar la velocidad o introducir gestos más explosivos incrementa la exigencia excéntrica y funcional, preparando al hombro para demandas reales.
  • Variabilidad del plano de movimiento: cambiar el gesto añadiendo rotaciones, amplitudes de movimiento distintas, combinación de movimientos como en los patrones diagonales de Kabat, aportará variedad a la carga y estimulará la coordinación del hombro.

Modificación de síntomas propuesta por Jeremy Lewis

A pesar de la gran cantidad de pruebas ortopédicas de hombro disponibles, no hay una forma definitiva de aislar estructuras individuales en el hombro. Ante esta tesitura, Jeremy Lewis introdujo el concepto de “Shoulder Symptom Modification Procedure” (SSMP).

Su propuesta parte de una premisa sencilla: dado que no existe una prueba clínica capaz de aislar con certeza una estructura específica del hombro, la estrategia más útil es identificar qué parámetros biomecánicos modifican los síntomas (mejoran o empeoran el dolor) y usar esa información como guía terapéutica.

La evidencia muestra que estas modificaciones pueden producir efectos analgésicos inmediatos

En la práctica, esto se traduce en buscar un gesto que provoque dolor en el hombro: por ejemplo, la abducción, y buscar parámetros biomecánicos que disminuyan el dolor durante ese movimiento. Estos parámetros son:

  1. Movilidad torácica. Pediremos al paciente que exagere la cifosis o realice una extensión torácica activa durante el movimiento que provoca dolor. Si los síntomas mejoran, puede ser útil integrar trabajo de movilidad o control torácico en el plan.
  2. Escápula. Ver si los reposicionamientos en la escápula cambian la sintomatología del hombro. Podemos hacerlo nosotros de forma externa o a través de tape.
  3. Posición de la cabeza humeral. Pequeños ajustes de rotación externa o interna, o de traslación anterior/posterior aplicados manualmente por el terapeuta, pueden alterar la irritabilidad del tendón.
    Puede servir como medida analgésica o para orientar los ejercicios.
  4. Tensión neural. Explorar si maniobras neurodinámicas (por ejemplo, deslizamientos del nervio mediano o radial) modifican el dolor o la sensación de rigidez en el hombro.

En resumen: es una herramienta de razonamiento clínico dinámico, no una técnica concreta. Busca hallar la forma de moverse sin dolor y progresar desde ahí.nte es la de reforzar la coaptación glenohumeral… algo que puede darnos ideas de ejercicios de cara a la rehabilitación.

Los mejores ejercicios para la tendinopatía del supraespinoso

¿Qué tipo de ejercicios se pueden utilizar?

En la literatura científica se distinguen dos grandes grupos: ejercicios de fuerza y ejercicios de control motor.

Ejercicios de fuerza

Dentro de los ejercicios de fuerza, encontramos:

  • Ejercicios de baja carga y muchas repeticiones (más de 20). Se hacen a diario.
  • Ejercicios de alta carga (Más del 75% del 1RM), menos de 10 repeticiones y con una frecuencia de 2 a 3 veces por semana.

La evidencia no parece mostrar diferencia entre ambos tipos de ejercicios de fuerza. Ambos mejoran la función y el dolor.

Igualmente, podemos diferenciarlos según el tipo de contracción. 2 consejos prácticos que debes tener en cuenta:

  1. Las contracciones isométricas pueden ser muy útiles para empezar un programa de ejercicios en pacientes con mucha irritabilidad.
  2. Si abusas de las contracciones excéntricas en población sedentaria, puedes generar agujetas. Este dolor puede ser traducido por el paciente como algo negativo.

Ejercicios de control motor

La mayoría parten del concepto de modificación de síntomas comentado en la sección anterior. Buscan mejorar la coordinación y el control escapulohumeral antes que la fuerza pura.

Igualmente, en este tipo de ejercicios podemos incluir algún foco externo (una actividad secundaria que fije la atención fuera del ejercicio) o biofeedback (visual, propioceptivo…).

Si comparamos ejercicios de fuerza y de control motor, ambos se muestran eficaces para mejorar el dolor y la función.

Algunos estudios sugieren una ligera ventaja de los programas de control motor, probablemente porque integran más variables que la simple carga: posición articular, control de articulaciones adyacentes y manejo activo de los síntomas.

¿Cuál es el mejor ejercicio para la tendinopatía del supraespinoso?

El mejor ejercicio será aquel que trabaje un patrón de movimiento relacionado con las tareas de la persona, que se adapte a la irritabilidad y que respete la función del supraespinoso.

Por tanto, no hay un mejor ejercicio para todo el mundo. Sin embargo, el ejercicio que parece activar más el supraespinoso sin sobrecargar deltoides anterior, ni trapecio superior es:

El ejercicio que más activación va a producir en el tendón supraespinoso

La elevación en el plano escapular con rotación externa del húmero es un gran ejercicio para aislar el tendón supraespinoso que podemos adaptar en función a la irritabilidad del paciente con todas las variables mencionadas a lo largo del artículo.

¿Es recomendable que el paciente sienta dolor durante los ejercicios?

En general, una sensación de incomodidad o dolor que no sobrepase un 5/10 en la escala visual analógica (EVA) es razonable.

El dolor no deberá sobrepasar ese 5 en intensidad ni durante la sesión ni en las 24 horas posteriores a la misma.

Esta es la escala a seguir para hacer ejercicios para una tendinopatía del supraespinoso con dolor de forma segura

Hacer ejercicio con un dolor tolerable puede incluso generar más analgesia al activar el sistema de inhibición descendente (ojo, siempre que la persona lo mantenga intacto. A menudo, en pacientes con dolor crónico, este sistema no funciona correctamente).

Ideas prácticas de ejercicios para la tendinopatía del supraespinoso

Ahora que has comprendido las variables que podemos trabajar para pautar ejercicios en esta tendinopatía, te propongo algunos ejercicios prácticos y el razonamiento de por qué son interesantes:

a usar tests poco específicos que dan falsos positivos y alimentan el sobrediagnóstico.

Ejercicio de empuje para tendinitis del supraespinoso

Este ejercicio es muy interesante por varias cosas:

  • Pacientes que no pueden realizar una flexión de hombro completa por dolor o falta de movilidad, podrán realizar este movimiento de forma eficaz en una amplitud parcial.
  • Podemos trabajar en el máximo punto de flexión del movimiento protacciones y retracciones escapulares.
  • Según la fase de rehabilitación, podemos variar la velocidad del ejercicio de forma sencilla. Pudiendo trabajarlo lentamente o con pliometría.
Ejercicio en plancha para tendinitis del supraespinoso

La lógica de este ejercicio, es:

  • Nos permite trabajar el campaneo de los omóplatos, interesante si en la exploración de modificación de síntomas de Lewis vemos que es un factor biomecánico relevante para la analgesia.
  • Es un ejercicio de cadena cinética cerrada que nos permitirá trabajar músculos estabilizadores como el serrato anterior.
  • Puede hacerse más sencillo desde cuadrupedia, en vez de con las piernas estiradas.
Ejercicio isométrico para tendinitis del supraespinoso

La lógica de este ejercicio, es la siguiente:

  • En él podemos trabajar con un tipo de contracción isométrica, ideal en pacientes con mucho dolor.
  • Podemos progresar cambiando los apoyos de la base (dos rodillas en vez de una), cambiando el peso, estirando más o menos el brazo, metiendo un foco externo…
  • Estamos incluyendo un trabajo de estabilización del CORE.

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¿Qué pacientes con patología del supraespinoso deberían operarse?

Existe un algoritmo diagnóstico que define 2 casos en los que un paciente debería operarse:

  • Cualquier rotura del tendón del supraespinoso que sea aguda y mayor a 1 centímetro.
  • Cualquier rotura del tendón del supraespinoso en pacientes que arrastren problemas de forma crónica y sean más jóvenes de 65 años.

Dicho de otra forma, los pacientes que responderán bien a un programa conservador de ejercicio y educación, son los que presenten:

  • Tendinopatías sin roturas.
  • Roturas parciales de menos de un 50% del espesor tendinoso.
  • Roturas completas del supraespinoso en personas de más de 65 años.
  • Roturas no operables en pacientes ancianos (ya sean agudas o crónicas).

Conclusiones

La rehabilitación eficaz de la tendinopatía del supraespinoso no depende de encontrar “el ejercicio perfecto”, sino de dosificar bien la carga, mejorar el control escapulohumeral y educar al paciente para que entienda qué puede hacer sin empeorar los síntomas. La modificación de síntomas es una palanca útil: ajusta plano, palanca, velocidad y variabilidad para encontrar el gesto tolerado y construir desde ahí.

A medio plazo, los programas de ejercicio estructurado (fuerza + control motor) son la base con mejor respaldo: reducen dolor y mejoran función, sin que un único protocolo sea claramente superior.

Bibliografía

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